Luna Park
Pasadas las 22:00 hs...
Un hombre de galera y traje oscuro, otro de canguro fluorescente y gorra blanca ingresaron en el escenario.
Un señorial y canoso Tennant con esa voz tan particular, un gélido e inexpresivo Lowe
al mando de los teclados.
Luego de la introducción con We're The Pet Shop Boys, Left to my own devices fue el fundamental tema elegido para comenzar un increíble show que se extendió por casi 2 horas.
Fueron alter
nando los clásicos de siempre con temas del último y político disco.Era precisamente con los hits ochentosos con los que el público deliraba y bailaba con una gran carga emocional.
Así fueron pasando Suburbia, Opportunities, Rent, Heart, Shopping, West end girls, Always on my mind, Domino dancing, Can you forgive her, Paninaro.
Y junto a esa magistral seguidilla, un despliegue escénico cercano al de una comedia musical, con permanentes cambios de vestuario. Trajes brillantes, de gala, deportivos, sombreros con plumas de ave.
Evidentemente continúa inalterable en PSB ese entrañable lado teatral.
Para el final dejaron un So Hard casi irreconocible, el himno It´s a Sin, Go West y una cálida despedida con Being Boring.
Nada negativo para decir del show brindado por Pet Shop Boys.
Si, para los organizadores del evento que pusieron una entrada bastante cara, logrando así que el Luna Park estuviera ocupado a la mitad de sus posibilidades y dejando afuera mucha gente que hubiera querido disfrutar de este magnífico dúo inglés.
“Excéntrico” fue la definición de mi amiga y habitual compañera de recitales, Isa.
“Contundente” es mi percepción, basada en una notable sinergia entre la selección de temas, la puesta en escena, y la entrega de Neil y Chris.
